Ciclo “En primera persona”

Javier Mariscal: «Actúa, piensa, diseña»

Salón de Actos del Edificio Hucha, jueves, 14 de febrero, 19:30 horas

Entrada libre hasta completar aforo

 

Javier Mariscal es un gran animal, una especie en extinción, un homo Sapiens naïf de mirada ávida e infinitamente curiosa, ingenua; gamberro, voraz, incorrecto, un genio en su lámpara. Siempre el punto en la i, buscando romper los límites de lo establecido con su mundo fresco, espontáneo, de trazos primitivos, divertido, mordaz, poético e ingenioso

Nacido en Valencia, en 1950, se instala en Barcelona en 1971 para realizar estudios de Diseño Gráfico en la Escuela Elisava. Allí entró en contacto con otros historietistas e ilustradores del momento como Mique Beltrán, Daniel Torres o Sento. Juntos montan “El rollo enmascarado”, un colectivo especializado en el cómic «underground». En la década de los 80, realizó sus primeros trabajos como interiorista (destaca su diseño para el bar Dúplex de Valencia) y diseñador de objetos, que muy pronto le valen reconocimiento nacional e internacional. De entre sus trabajos más conocidos destaca la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, Cobi. Uno de sus últimos trabajos ha sido “Chico y Rita”, una película de animación, dirigida junto con Fernando Trueba. El filme fue nominado a los Oscar y galardonado con el premio Goya a la mejor película de animación.

Si toda la obra de Mariscal se expusiera en un solo libro, sin letra alguna, podríamos “leer” su particular visión del mundo inmersos como espectadores privilegiados de una película animada, porque cada una de sus creaciones adquieren la magia de convertirse en personajes. Danzar con su particular troupe de garriris, Chico y Rita, Cobi, la Albufera, Barcelona, El Señor Mundo, al compás de una banda sonora colorista, vibrante, alegre, que irradia luz y calor y modela una verdad universal con la que todos, de una u otra manera, nos sentimos identificados. Si Mariscal consigue con su cosmos de objetos y dibujos construir un mundo mejor ya es feliz.

La verdadera dimensión de la obra de Mariscal es reconocida a nivel mundial.