La construcción de la Iglesia de San Miguel Arcángel de Castellón, ubicada en la calle Enmedio de Castellón, está fechada el 20 de mayo de 1679, momento en el que la Cofradía de Labradores se dirigió al Consell de la villa solicitando levantar una capilla en honor del Arcángel San Miguel.
La describían como un templo de 90 pies de longitud, cuarenta y dos de latitud y treinta y siete de altura, superando la torre-campanario a la iglesia unos veintiocho pies. Es de planta jesuítica de una única crujía de orden compuesto con capillas entre contrafuertes y sencilla decoración barroca. Tiene coro alto a los pies de la planta, campanario adosado típico de las iglesias castellonenses y portada adovelada de estilo renacentista.
La iglesia tuvo culto ininterrumpido hasta los años sesenta del siglo XX, a pesar del intento en 1931 de destinar el templo a Palacio de Justicia. Tras la Guerra Civil se renovó para abrirla al culto con motivo de las obras de la, entonces, arciprestal de San María.
Cerrada al culto en los años sesenta, fue en 1974 cuando se formó una operación de venta de la iglesia por parte del Obispado, justificada en el hecho de que no presentaba función de culto, que no fructificó, permaneciendo desde esos momentos abandonada. Convertida en almacén se degradó progresivamente.
El edificio figura en el catálogo de edificios de relevancia local del Plan General de Ordenación Urbana de Castellón. Por ello en 1987 la Obra Social de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Castellón adquirió el edificio, encargando al arquitecto Francisco Segarra Bel su rehabilitación en 1988 con el objetivo de convertirla en Sala de Exposiciones.
En la actualidad la Fundació Caixa Castelló programa en la sala exposiciones, conciertos, conferencias y todo tipo de actividades culturales.