Jornada performativa

Antonio Ortuño: “La otra cara. La estética del alimento: deseo y artificio”

 

Sala Sant Miquel, Fundació Caixa Castelló (C/ Enmedio, 17), sábado, 19 de julio, de 18.00 a 21.00 horas. Entrada libre con reserva previa a través del correo electrónico cultura@fundacioncajacastellon.es (limitada a 25 personas, se enviará confirmación)

 

La Fundació Caixa Castelló acoge una jornada performativa que trasciende los límites entre disciplinas y propone una experiencia estética, sensorial y crítica desde la práctica expandida del arte contemporáneo y la gastronomía conceptual. El artista multidisciplinar y chef privado Antonio Ortuño presenta La otra cara. La estética del alimento: deseo y artificio, un proyecto que opera como performance curatorial y laboratorio de pensamiento visual.

Lejos de concebir la comida solo como necesidad o celebración, Ortuño la reconfigura como dispositivo simbólico cargado de tensiones: el deseo, la sofisticación, la imagen, el artificio. Desde una perspectiva estética y política, la propuesta plantea una relectura crítica de nuestros hábitos alimentarios, explorando cómo la comida funciona como fetiche, como construcción cultural y como relato contemporáneo de poder, clase y pertenencia.

Macedonio de Teresa Tomás. @teresatomas_art

 

Comida, mirada y representación. El alimento, en esta jornada, se despliega como signo visual, soporte narrativo y territorio de debate. La experiencia se articula en torno a piezas y referencias que cruzan disciplinas —cerámica, escultura, animación, diseño, repostería de vanguardia— en un recorrido por el placer visual del alimento y sus implicaciones éticas, ecológicas y simbólicas.

A través de una presentación performativa, se establece un diálogo con una selección de artistas y creadores contemporáneos que utilizan el universo gastronómico como lenguaje, metáfora o campo especulativo:

Chloe Wise (Canadá). Sus esculturas y pinturas hiperrealistas, como Bagel No. 5, combinan elementos del lujo con comida cotidiana para ironizar sobre el fetichismo de marca y el consumo visual. En su obra Full-Sized Body, Erotic Literature (2015), analiza cómo el deseo y el consumo configuran identidades de clase, género y pertenencia. Wise revela cómo los alimentos se convierten en íconos aspiracionales, cargados de una simbología ambigua entre lo banal y lo sacro.

Teresa Tomás (España). Artista visual y escultora que explora la cocina como medio performativo y poético. En su proyecto Palomita de Maíz, crea criaturas efímeras que solo existen como imagen y emoción, construidas con ingredientes, vapor y calor. Su trabajo activa una dimensión afectiva de la cocina, en la que lo culinario se convierte en memoria táctil y metáfora visual.

Avraham Ben Shoshan (Israel). Fundador del estudio ABS Objects, trabaja con cerámica y vidrio para generar piezas que reconfiguran lo cotidiano en poesía visual. Su práctica, entre el diseño y el arte, produce objetos que son al mismo tiempo funcionales y narrativos, cuestionando la distinción entre arte aplicado y arte autónomo.

Jonathan Lindgren (Suecia). Animador 3D que fusiona lenguajes del anime japonés con humor y extrañamiento visual. En su corto How to Make Sushi, transforma el proceso culinario en una coreografía emocional, explorando el acto de cocinar como ritual íntimo y mecanismo de expresión sensorial.

Dinara Kasko (Ucrania). Arquitecta devenida pastelera que utiliza software de modelado 3D para diseñar moldes únicos con los que crea postres geométricos y minimalistas. Su trabajo habita el umbral entre la gastronomía molecular, el diseño paramétrico y el arte digital, desafiando los límites entre lo comestib: le y lo escultórico.

Min Su Kim (Corea del Sur). En su proyecto ‘Living Food’, desarrolla platos que simulan organismos vivos, fusionando biología sintética, gastronomía molecular y videoarte. La comida se presenta como entidad mutante, cuestionando la frontera entre lo orgánico y lo artificial, entre la ciencia y la estética.

Vanessa McKeown (Reino Unido). Fotógrafa y directora de arte que produce imágenes en las que globos se transforman en frutas y verduras, generando composiciones surrealistas de fuerte impacto visual. Su estética pop y minimalista pone en cuestión la artificialidad de lo cotidiano y la forma en que lo alimentario es representado en la cultura visual contemporánea.

Crítica, territorio y sostenibilidad. Junto al despliegue estético, la jornada plantea una mirada crítica hacia los sistemas alimentarios actuales: el impacto ecológico de la industria, la desaparición de los saberes tradicionales, la pérdida de biodiversidad, y la desconexión con lo local.

Más que una propuesta gastronómica o artística, La otra cara se concibe como una acción transdisciplinar que invita a repensar la comida como gesto político, forma de conocimiento y motor de cambio. Apostar por el comercio de proximidad, la cocina de aprovechamiento y la creación con raíz local se convierte aquí no solo en una estrategia de sostenibilidad, sino en una poética de la resistencia.

Antonio Ortuño. Nacido en Elche en 1970, Antonio Ortuño se trasladó en 2005 a Nueva York, donde consolidó su carrera en el ámbito del arte contemporáneo, trabajando con fotografía, videoarte, dibujo y performance. Paralelamente, desarrolló una intensa trayectoria en el mundo de la cocina, estableciendo un diálogo constante entre arte y gastronomía.

En la escena neoyorquina ha expuesto de forma individual y ha comisariado proyectos como Under the Subway Video Art Night (desde 2011), centrado en el videoarte en entornos urbanos no convencionales.

Su obra gira en torno a conceptos como el vacío interior, la soledad, el rito cotidiano y el alimento como símbolo emocional y social. En series como Emptiness, combina piezas sobre papel en acrílico con acciones performativas donde el acto de comer se convierte en ritual íntimo y reflexión visual.

Desde espacios como Espacio Brut (Madrid), ha desarrollado propuestas que entrelazan arquitectura emocional y narrativa visual, creando un lenguaje propio en el cruce entre lo gráfico, lo performativo y lo simbólico.

En paralelo a su práctica artística, Antonio Ortuño profesionalizó su vocación culinaria en Nueva York creando Garlic & Parsley’s, su empresa como Chef Privado, especializado en cocina mediterránea contemporánea. En 2022 regresó a España, consolidando su trabajo como chef privado viajando por el mundo creando experiencias culinarias.

Su trabajo se sitúa en el cruce entre arte visual, performance y cocina como lenguajes inseparables. La mesa, los alimentos y los gestos culinarios se entienden en su práctica como soportes performativos que expresan memoria, deseo, territorio y sociedad.

En La otra cara, presentada en la Fundació Caixa Castelló, Ortuño despliega este enfoque transdisciplinar en una experiencia estética y crítica que interpela nuestros modos de consumo, la sostenibilidad y la dimensión simbólica de lo alimentario.