Rosario Sanchís Creixach casó en Valencia, en la entonces capilla de la Virgen de los Desamparados, en mayo de 1928, con el abogado del estado José María Martínez-Agulló y Márquez, nieto de la primera marquesa, que, a la muerte sin descendencia de su primo Rafael Martínez-Agulló y Juez-Sarmiento, heredaría el título convirtiéndose en el quinto Marqués de Vivel.
A la ceremonia religiosa siguió una brillante reunión social de la que se hizo eco la prensa de la época, que tuvo como escenario el Castillo de Ripalda, en la Alameda de Valencia, ya que la Condesa de Ripalda apadrinó la boda. Cabe recordar que los Condes de Ripalda tenían casa en La Vall d’Uixó, justo enfrente de la Iglesia de la Asunción, al menos desde principios el siglo XVIII.
El Palacio de los Marqueses de Vivel está construido sobre una parcela que entonces se hallaba a las afueras del casco urbano, lindando con la acequia mayor o “sequia de la Font” y el antiguo “Hort de Soguers” por el norte, y con la huerta por el sur. Su arquitectura es de estilo casticista, donde abunda el trabajo de forja en balcones y ventanas junto con el uso de cerámica en sota-balcones. La cubierta se remata con importantes aleros. Destaca la torre esquinera cubierta con un tejado a cuatro aguas, y la galería posterior, de arcos apuntados con cierto aire medieval. En la fachada se puede observar, bajo el escudo de los Marqueses de Vivel, el doble acceso al palacio, uno a las estancias nobles y otro, más pequeño, destinado a las zonas de servicio. A la izquierda del edificio principal se encuentran las antiguas caballerizas, a las que se accede por un arco de medio punto. En la planta baja estaban las estancias representativas junto a cocinas y habitaciones de servicio, destacando el salón principal forrado de madera, presidido por el escudo nobiliario de la familia Martínez-Agulló.
Por una amplia escalera se accedía a las estancias privadas de la planta superior, entre las que destacaba la capilla, con decoración neogótica, situada en la galería, con vistas a un gran jardín botánico que se extendía por toda la manzana y que actualmente ocupa viviendas modernas. Durante la Guerra Civil española fue residencia para niños refugiados y hospital de sangre.
En mayo de 1988 la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón compró el Palacio de los Marqueses de Vivel. Dicho edificio y parte de su antiguo jardín se encontraban abandonados. Se requirieron los trabajos del arquitecto Anselmo Badenes Molés para rehabilitar el edificio, convirtiéndolo en Centro Cultural. Para su rehabilitación se procedió a vaciar el interior del edificio, manteniendo la estructura de los muros de carga y creando grandes espacios que permitiesen la utilización polivalente del mismo, destinándolo a locales de reuniones, salón de actos y sala de exposiciones. Exteriormente se ha mantenido totalmente la composición arquitectónica de un palacete de veraneo.